Por: Paola Noriega
Elena Larrea falleció el pasado 19 de marzo. Te contamos sobre ella y sus logros para conmemorarla. #BANGNews
¿Quién era Elena Larrea?
Para cualquier persona preocupada por el bienestar animal, Elena era un ejemplo a seguir. Una mujer, en sus propias palabras, irreverente y que no hacía nada a medias. Una de las pocas personas que no dejaba las palabras en promesas y que hizo todo por proteger a los equinos del maltrato animal. Su principal enfoque fueron los caballos y burros pero cualquier animal podía contar con la ayuda de Elena.
La historia de esta mujer tan grande empieza por una fascinación con los caballos, desde muy pequeña los pudo conocer y su mamá cuenta que antes de hablar hacía el sonido de los caballos para que la llevaran con ellos. Elena amaba pintar y a sus 5 años pintó su primer caballo. Le apasionaban tanto estos animales que insistió en entrar a clases de equitación desde muy pequeña y logró el permiso a los 7 años. Fue una excelente jinete logrando ser campeona nacional metropolitana a sus 14 años. Su infancia y juventud fue rodeada de caballos, ella los amaba y es por eso que cuando entró a la etapa de sus 20 años comenzó a cuestionarse algunas cosas.
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Elena abiertamente mencionó en diferentes ocasiones que no estaba en contra de la equitación ni las disciplinas ecuestres pero se dio cuenta de un punto muy importante y es que la mayoría de las personas que están dentro de este mundo dicen amar a los caballos pero no los dejan ser caballos y los mantienen como si fueran sus esclavos. Un día decidió cerrar las puertas de un hípico y soltar a su caballo, al verlo tan feliz siendo libre en ese espacio decidió que no iba a seguir en la equitación.
Al principio mencionamos que Elena no era una persona que hiciera las cosas a medias así que no solo dejó la equitación sino que consiguió un lugar en Puebla para que su caballo El Divo, pudiera tener una vida digna, de esta forma comenzó el proyecto que actualmente nos hace recordar a Larrea con tanto cariño, Coacolandia. Ella tomó la decisión de que le regresaría a los caballos todo lo que ellos le habían dado por tantos años y con trabajo y ayuda de las personas correctas logró empezar a rescatar caballos.
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Nada a medias, estudió psicología pero al descubrir su verdadera vocación, Elena hizo un internship en PETA, en la ciudad de Washington para así poder poner su propia fundación; además de esto, desde antes de hacer su santuario se dedicó ayudar animales, estuvo en Japón trabajando en contra de la cacería furtiva de delfines y en África en contra de la cacería furtiva de animales. “Quiero dejar el mundo mejor que como lo encontré” – Elena Larrea.
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En 2019 Cuacolandia se hizo una realidad y se volvió casa de 42 caballos de las Calandrias de Acapulco que seguían trabajando aún cuando ya había una ley que lo prohibía, también recibió a los caballos jubilados de la policía montada y decomisó, siempre con ayuda del gobierno, a los caballos y burros que trabajaban en condiciones de salud terribles. Los ingresos eran excelentes y se llegaron a rescatar más de 100 caballos y más de 20 burros que ahora podían vivir en este santuario.
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No todo siempre fue perfecto. Con la pandemia, Cuacolandia sufrió las consecuencias y se tuvieron que dar en adopción muchos animales ya que no había ingresos para mantenerlos. Elena estaba dispuesta a hacer todo por seguir ayudando a sus caballos, vendió todo, hasta su coche pero llegó el punto en el que ya no tenía más que vender así que un amigo suyo le dio una idea, abrir Only Fans. Esto era algo que ella no quería hacer pero llegó el punto en el que no le quedó de otra, algo que siempre dijo es que haría todo por sus caballos y lo hizo. Su mamá la bloqueó y la mayoría de sus hermanos no estuvieron de acuerdo con esto, pero gracias a estos ingresos logró sacar Cuacolandia adelante.
A Elena le tocó mucho hate por haber abierto su página azul pero con el tiempo y su gran corazón, la gente se dio cuenta de la buena intención que había. Ella subía fotos artísticas, nada explícito y hablaba con la gente que la seguía en esta página ya que eran personas preocupadas por el bienestar de sus animales.
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Elena Larrea dedicó su vida al rescate y rehabilitación de equinos abandonados y maltratados, siempre buscó hacer las cosas de la forma correcta, colaborando con autoridades para lograr, no solo el decomiso de caballos y burros en situaciones deplorables sino también logrando que en Puebla se tipificara la zoofilia. Luchó por salvar a sus equinos y por hacer justicia en contra de sus agresores. Ella cuidaba de los caballos que podía mantener pero si hubiera generado aún más dinero hubiera sido destinado a ayudar a más caballos y hasta a abrir nuevas sedes en diferentes partes de la república. Logró rescatar a 350 equinos de los cuales 300 se fueron dando en adopción para dar entrada a nuevos rescates pero los más lastimados y los más cercanos a Larrea se quedaron siempre en Cuacolandia.
“Solo pido que cuando la muerte me lleve, todos mis caballos que ya no están, me estén esperando para pasar la eternidad juntos”- Elena Larrea.