Christian Byfield: De ejecutivo a viajero

Por: Paola Noriega

Conoce la historia admirable de Christian que sin duda te animará a seguir tus sueños a ver lo hermosa que puede ser la vida si haces lo que amas. #BANGLifestyle

Christian era un ejecutivo colombiano y decimos “era” porque su vida dio un giro completo para cambiar el dinero por su auténtica felicidad. El entiende que cada persona tiene su definición de ser feliz pero estando en su trabajo se dio cuenta que existían muchos prejuicios sobre las cosas materiales que tenían las personas, se le exigía tener relojes y corbatas de marca, cosa que él nunca entendió ya que se sentía en un mundo demasiado superficial y que no iba acorde a lo que él piensa

La gota que derramó el vaso fue darse cuenta que no solo era infeliz por las prioridades que lo rodeaban sino que tampoco era dueño de su tiempo, de ningún momento, hay personas que tienen un horario de trabajo pero Christian no lo tenía, el momento más alarmante fue en el cumpleaños 60 de su papá, Byfield estaba trabajando y vio pasar las horas 7, 8, 9, de la noche hasta que se animó a decirle a su jefe que si podía salir al cumpleaños, a lo que él respondió que no, que se tenía que quedar hasta que terminaran

Suena de película pero es algo que realmente pasa, cabe destacar que estaba en un lugar muy importante en el que le iba demasiado bien económicamente pero en ese momento se preguntó si valía la pena perderse tiempo de calidad con sus seres queridos para poder pagar cosas que te daban felicidad momentánea. 

 Antes de dejarlo todo pensó en cambiar su trabajo por ser azafato, vio que tenía todo lo que pedían pero la realidad es que a su familia no le gustó mucho la idea, su papá hasta le dijo “solo no te vayas a volver gay” además de eso estaba sobrecalificado así que esa opción se fue de un momento a otro; aún así después de pensarlo un tiempo se animó a dejar su trabajo. 

Habló con su jefe y le dijo que se iría a viajar por el mundo 1 año; obviamente recibió una respuesta negativa, diciéndole que no valía la pena, que él ya tenía la vida hecha, en 5 años sería socio de la empresa y que si se iba 1 año, cuando regresara nadie lo iba a contratar y no iba a poder vivir de nada.

Por suerte Christian no le tuvo miedo a esto y decidió hacerlo de igual forma sin saber todo lo que le esperaba, empezó su viaje el 22 de diciembre de 2013 con los ahorros de su anterior trabajo, todo muy padre y muy divertido pero él sabía que necesitaba algún ingreso para seguir viajando, su sueño era hacer artículos para Avianca así que intentó por ahí pero fue rechazado; si algo destaca a este hombre es su perseverancia así que no, no se rindió, en su vuelta al mundo mandó más de 500 correos a la empresa y cuando más lo necesitaba ya que el dinero ya se le estaba terminando obtuvo respuesta positiva “Bienvenido a Avianca”. 

Bueno, esa noticia le hizo muy feliz ya que es algo que ama hacer y además le iban a pagar por eso; pero… la realidad es que con eso solo le alcanzaba para gastos fijos y no podría costear su vida de viajero, por eso tuvo que recurrir a un siguiente plan; para ese momento los instagramers no existían pero él ya lo veía como el futuro, empezó a tocar puertas en empresas de la rama de viajes; como maletas, y a ofrecerles su servicio para hacer promoción, su perseverancia volvió a dar frutos y una empresa lo contrató con 4 fotos al mes y le ofreció un sueldo mensual. 

Desde ese momento todo empezó a fluir y poco a poco junto a las redes sociales, las cosas empezaron a ir cada vez mejor, actualmente vive de eso y gracias a su Instagram no tiene que preocuparse por el dinero ya que gana gracias a patrocinadores, algunos de ellos fijos que le pagan al mes; eso no solo lo ayuda a financiar su vida sino también sus viajes ya que muchos de estos patrocinadores son hoteles, aviones y hasta ministerios de cultura y turismo que pagan por visitar su país; y claro, hacerle promoción. 

La historia de Christian no solo es de admirar gracias a que sigue sus sueños; sino que también es una persona que se animó a deconstruirse y buscar hacer el bien en el mundo y coleccionar sonrisas, todo lo contrario a lo que hacía en su anterior trabajo; el mismo dice que antes en sus reuniones importantes hablaban de temas como construir en algún lugar que era zona protegida, ahora hablan de cómo ayudar a estas zonas para proteger sus ecosistemas. 

Además de ser un viajero Byfield también tiene un libro en donde habla sobre todo lo que vivió en 754 días de viajes; por lo mismo, el libro lleva el nombre de 754 días, también ha dado conferencias en donde anima a la gente a hacer lo que le gusta; Christian se dio cuenta que es mejor ser quien eres y hacer lo que amas; tanto, que a pesar de comentarios de su papá como el de “no te vayas a volver gay”, regresando de su viaje se animó a compartir con su familia quien él era realmente y decir abiertamente que le gustan los hombres. 

Actualmente es muy feliz, su familia acepta lo que es y lo que hace y están felices de verlo a él feliz. Por último debes saber que su trabajo regalando sonrisas no termina en las conferencias o ayudando a los ecosistemas sino que también se interesa en visitar y ayudar en comunidades que lo necesiten; él es un claro ejemplo de que intentar te puede llevar a grandes lugares.