La historia del día de muertos

Por: Paola Noriega

Si eres mexicano seguro conoces la tradición del día de muertos, pero ¿qué tanto? Te cuento toda la historia para que te animes más a celebrarlo. #BANGNews

La historia del día de muertos comienza desde la época prehispánica, ahí, nuestros ancestros creían que una vez que el alma se desprendía iba a lugares diferentes y el lugar dependía de la forma en la que esa persona había fallecido. A veces no nos damos cuenta de que las tradiciones y costumbres que tenemos vienen de años atrás, por ejemplo, un dato que me parece bastante importante es la razón por la que los fallecidos se entierran. Los aztecas lo hacían para dárselos a Tlaltecuhtli, Diosa de la tierra, ella devoraba los cuerpos y así separaba el cuerpo del alma para enviarlas a un plano superior para ir alguno de los paraísos o llegar al Mictlán (el inframundo).

Ahora necesito que me vayas agarrando el hilo de la historia. Los mexicas no creían en un cielo y un infierno, más bien eran 13 cielos y 9 infiernos. Quiénes morían por causa natural eran quienes viajaban al Mictlán, pero para llegar ahí tenían que pasar por los 8 infiernos, esto era un recorrido muy peligroso, por lo tanto necesitaban un acompañante que los guiara en este camino; ese acompañante es el Xoloitzcuintle, ellos se negarían a ayudar a quienes habían tratado mal a un perrito en vida y esas almas se quedarían atrapadas en el primer infierno. Cada infierno era muy difícil y las almas podían quedarse varadas ahí, otra forma de ayudarles a cruzar era dejándoles una ofrenda con diferentes cosas que les pudieran ayudar, cosas que ellos usaban mucho y alimentos y agua. 

En la historia prehispánica la cosa no termina ahí. Después de que alguien moría se hacían rituales cada 20 días, dependiendo del rango de cada persona las acciones de este ritual variaban y cuando se cumplía un año se hacía una fiesta en donde comían, bebían y prendían incienso para recordar al difunto. 

Probablemente también te estés preguntando sobre quiénes iban al cielo. Los 13 cielos estaban reservados para quienes tenían una muerte honorable o que la causa de su muerte no había sido natural, por ejemplo ahogo, una enfermedad o la muerte de niños. Estas muertes también las recordaban y lo hacían por diferentes sectores. Un ejemplo es el Miccailhuitontli (fiesta de la muerte pequeña). Podemos darnos cuenta que para nuestros antepasados era muy importante honrar a los muertos y ahora seguro te surge otra duda que es ¿cómo llegó a lo que hacemos hoy en día? 

Las tradiciones para los difuntos tristemente, como todo, cambiaron gracias a la conquista de los españoles, por suerte no es una tradición que se haya fusionado por completo. Gracias a los pocos nativos que quedaron el día de muertos se pudo adaptar al recuerdo que tenían de sus tradiciones. El día de muertos terminó siendo una adaptación al día de todos los santos pero con un poco del recuerdo de lo que fue. 

Ahora el día de muertos se celebra el 1º de noviembre para los niños y el 2 de noviembre para los adultos, se ponen ofrendas como antiguamente se hacía y se colocan objetos que deben tener un sentido como las calaveritas para asegurar un lugar en el Mictlán (hay que aclarar que el Mictlán no es visto como algo malo). También se pone papel picado que antes era el Amate un papel que hacían con corteza de higuera y en el escribían códices, el pan de muerto lleva la representación de los huesos de los muertos; el incienso se coloca por sus propiedades purificantes y sanadoras para alejar a los malos espíritus y atraer a los familiares, el cempasúchil también ayuda a las almas a llegar a las casas para encontrar los alimentos que se les dejan que tradicionalmente son los tamales o el pan de muerto pero la idea es que sea lo que más le gustaba al difunto y también se pueden dejar otros objetos importantes para las almas.  

Seguramente también has notado que los niños salen a pedir su calaverita el 2 de noviembre, esto es por la fusión que se ha hecho con Halloween, no quiere decir que sea malo pero para no perder la tradición, no hay que olvidar hacer tu altar es también importante. ¿Ya tienes listo el tuyo?