Por: Andrea Lara
En los últimos días la comunidad vitivinícola ha estado haciendo ruido, pidiendo que salvemos el Valle de Guadalupe pero, ¿qué es lo que está pasando? Te cuento todo lo que tienes que saber. #BANGNews
Acaba de terminar una de las mejores épocas del año para ir al Valle de Guadalupe: la vendimia. La vendimia es la época en la que se cosecha la vid. Aunque después y antes de la vendimia se puede ir sin ningún problema, en estos días se organizan diferentes actividades como conciertos, cenas, catas, maridajes y muchas otras cosas. Es todo un espectáculo, lo cual hace que ir en estos días sea algo mucho más atractivo. El Valle se llena de turistas y la derrama económica que deja el turismo en esta zona del país es impresionante. Este año no fue la excepción, entonces ¿por qué la comunidad vitivinícola está alzando la voz?
El Valle de Guadalupe
El Valle de Guadalupe, gracias al clima y sus tierras, es el lugar perfecto para el cultivo de la vid. Esto se sabe desde hace mucho tiempo; misioneros del siglo XIX empezaron a cultivar la tierra desde esa época.
Poco a poco fue creciendo y fue hace unos años que se empezó a explotar el potencial de las tierras. Los empresarios empezaron a invertir en tierras, a crear sus viñedos y a producir vino de calidad. Esto generó una gran cantidad de empleos y hasta ahí todo iba bien, sin embargo, El Valle de Guadalupe se ha convertido en un destino turístico, perdiendo así la esencia del Valle como zona agrícola.
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¿Por qué la comunidad vitivinícola está alzando la voz?
Se registra que el Valle de Guadalupe tiene alrededor de 800 mil y 1 millón de visitantes al año. Y, aunque esto trae consigo una derrama económica fuerte, nos estamos acabando el Valle.
En los últimos años se perdió el enfoque y se empezó a considerar más al turista que a las tierras. Hoy en día hay muchas cosas, aparte de los viñedos, que puedes hacer en el Valle de Guadalupe. Se construyeron antros, lugares para conciertos, hoteles, restaurantes y lugares residenciales sin tomar en cuenta la tierra y las consecuencias medioambientales.
“Se ha lotificado y vendido la tierra, sin respeto a los reglamentos y leyes existentes, motivo por el cual el Valle se está convirtiendo en una ciudad, destruyendo su vocación agrícola, que lo ha posicionado como uno de los lugares más icónicos de México.”- Fernando Pérez Castro, presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de B.C.
Obviamente todo esto hace al Valle un lugar mucho más atractivo para vacacionar, sobre todo para los jóvenes. Vino, antros y vistas espectaculares ideales para tomar fotos, pero ¿dónde queda entonces la esencia del Valle de Guadalupe?
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La comunidad vitivinícola está alzando la voz ya que «No quieren convertirse en el nuevo Tulum” y porque si sigue el crecimiento de esta forma, en unos años ya no habrá tierra para cultivar.
Entre el año 2014 y 2019 se perdió el 18% de la tierra agrícola. En 2017 existían 5 mil 445 hectáreas cultivables. El Instituto Municipal de Investigación y Planeación de Ensenada, prevé que quedarán 2 mil hectáreas en el año 2027. Para 2037 probablemente no quedará nada.
En el 2010 el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas (PSDUT) tenía el propósito de “ conservar la tierra agrícola en un 95% durante los próximos 30 años” pero fue un fracaso. Se están dando permisos por todos lados para construir sin pensar en la tierra.
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¿Qué proponen y qué se puede hacer?
La iniciativa “Rescatemos el Valle” propone crear leyes federales para proteger la zona o nombrar al Valle de Guadalupe una “zona de belleza natural y cultural”. Todo con el fin de protegerlo e intentar salvarlo. Sin embargo tienen muy claro que si las autoridades no cumplen las leyes, esto no va a suceder. En los últimos años- aunque existen leyes para la protección de la tierra agrícola del valle- no se han cumplido, priorizando el crecimiento como “ciudad” del lugar.
El Valle de Guadalupe es un lugar precioso que vale la pena visitar, eso no está a discusión. Lo que sí está a discusión es qué tan conscientes podemos ser al viajar. Algo que también preocupa mucho es la cantidad de basura que se genera con todo el turismo, los conciertos y los antros.
Como turistas podemos ser más conscientes. Ir al Valle tomando en cuenta toda la historia, respetando a los agricultores y la tierra. Es delicioso ir a desconectarte, enfiestar y tomar vino, pero sin tierras agrícolas no puede existir el vino que tanto nos gusta tomar.
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